Yo les daré descanso
Jesús recorría las ciudades para enseñar y predicar a la gente. En el camino encontró a muchas personas que se empeñaban con todas sus fuerzas en ser buenos, según la ley. Para esas personas, lo importante era repetir y obedecer las reglas interminables de la religión. Pero encontraban que era una tarea imposible, por eso se cansaban y se sentían desesperados. A ellos Jesús les ofreció estas palabras de aliento:
“… vengan a mi todos los que estén cansados y agobiados y yo les daré descanso. Tomen mi yugo y aprendan de mi que soy manso y humilde de corazón, y hallaran descanso para sus alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana…”
San mateo, del capitulo 11
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